Desde que terminé la carrera de Psicología me plantee como objetivo seguir formándome como terapeuta y aunque no conocía a nadie que se hubiese formado en el Instituto de Interacción tenía claro que sería allí. Todo lo que buscaba como terapeuta lo encontré allí.
La formación como psicoterapeuta Gestalt me ofreció una perspectiva global de entender a las personas y el mundo: cómo nos movemos, cómo nos relacionamos, cómo nos sentimos, una manera de estar y ser con el otro… una filosofía de vida. Todo ello se transmite desde el primer minuto por los profesores que imparten la formación.
El Instituto es un lugar donde te sientes acogido y cuidado, actuando como reflejo en la relación paciente-terapeuta. Así, esa manera de acompañar al otro, como ellos lo hacían, era lo que yo quería el día de mañana hacer en mi práctica profesional.
Aunque mi objetivo era formarme como terapeuta Gestalt, conocí en el grupo personas maravillosas y crecí como ser humano, descubriendo partes de mí que no conocía y trabajando aspectos personales importantes en aquel momento.
De la formación destacaría su carácter práctico y experiencial y la implicación profesional y personal de profesores y compañeros que formamos el grupo. Me siento afortunada de haber podido formarme con este equipo, ya no sólo de grandes profesionales, sino de grandes personas.
Ester Martin Lafuente. Psicóloga.
Psicoterapia Gestalt