Paloma Rosado y Marta Fernández-Torres, psicóloga y terapeuta especializada en duelo, son las facilitadoras del Grupo de Duelo por la muerte de un ser querido. Se conocieron hace más de 20 años, cuando la segunda acompañó a la primera en una pérdida personal y llevan más de 10 años colaborando en el acompañamiento de dolientes. Hoy queremos tener más detalles sobre en qué consiste su trabajo.
¿Qué es exactamente un Grupo de Duelo?
Como el propio nombre indica se trata de un conjunto de personas que se encuentran porque tienen una experiencia común: haber perdido a un ser querido por muerte (no por divorcio o abandono u otro). Al principio son desconocidas pero eso cambia con el paso de las semanas donde cada participante habla de lo que siente, hace o quiere o no quiere con libertad, a su ritmo… y se genera un vínculo respetuoso, rico y sanador.
¿Y qué se pretende en los encuentros?
Buscamos que l@s participantes elaboren un duelo sano, porque en la práctica un duelo se puede postergar durante años, escondido tras mucha actividad y ocupación. Y los duelos que no se viven en el momento de la pérdida -que sería lo adaptativo- quedan pendientes y se vuelven a presentar más adelante, cuando se produce otra pérdida, en ocasiones menor como un cambio de residencia, por ejemplo. Por eso ofrecemos este espacio, porque los grupos son muy valiosos para sanar las heridas del dolor (y son compatibles con la terapia individual, si es el caso).
Es dificil imaginar que alguien dice un día “voy a ser terapeuta de personas en duelo”
Dicho así suena raro sí. Nuestro objetivo como seres humanos es vivir una vida plena, con sentido, (lo que además nos regalará una buena muerte dicho sea de paso). Pero una vida con sentido no nos exime nunca de experimentar dolor. Y algunas personas podemos dar sentido al dolor de nuestras pérdidas empatizando, buscando acompañar a otras personas en el camino de la pérdida… Por nuestra experiencia sabemos lo provechoso que eso puede ser.
Lo que ocurre es que en esta sociedad no pensamos demasiado en la muerte
Pero fíjate, todos vivimos pequeñas muertes cada día. Un amigo que se va lejos, un proyecto que se quiebra, una limitación de salud, un despido en el trabajo, la vejez… ¡Aprovechemos el dolor que nos generan y convirtámoslo en ganancia, porque el dolor puede ser inútil o no! Puede ayudarnos a crecer e integrarnos o no.
¿Algo así sucede con los miembros de un grupo de duelo?
Efectivamente, algo así sucede. Pero ese fruto sólo se puede recoger tras un proceso, que al doliente se le hace muy largo, no te vamos a engañar, de estar en contacto con el dolor. A nosotras nos gustaría que los primeros días que alguien llega al grupo pudiese irse ya sin dolor, pero eso no es realista. Porque cuando hemos compartido amor con una persona y si esa persona muere lo sano es sentir dolor y no huir de él.
Ya…
Y en el grupo lo que se encuentra es un espacio de seguridad y ayuda mutua para transitar las emociones que vienen y van, compartir recuerdos, elaborar asuntos inconclusos, reconocer frenos si es que aparecen, dar espacio a la ambivalencia, encontrar un sentido, el propio, sabiendo que la muerte es un misterio… y todo ello entre personas que me van a entender lo dicho y enriquecerse con lo escuchado, porque están en una situación similar.
No sé si escuchar historias similares puede ayudar…
Es importantísimo el papel que tiene la calidad de la escucha del grupo en el proceso de sanar un duelo. Por ejemplo, algo que decimos en el grupo que existe actualmente es lo bien que se escuchan unos a otros. Con presencia, con cero juicio, con interés genuino en el bienestar del otro, sin interrumpir, alegrándose de los pequeños logros del otro… y eso en personas que están doloridas es oro puro.
¿Hay algún límite para entrar en el grupo?
La experiencia nos dice que lo más adecuado es que alguien llegue al grupo cuando ya han pasado algunos meses desde el fallecimiento. Ahí el entono puede ya empezar a cansarse de acompañar pero el doliente puede necesitar más tiempo para elaborar su dolor. Nosotras admitimos a personas de todas las edades (mayores de 18 años), sin psicopatologías graves previas. Antes de entrar en el grupo tenemos una entrevista telefónica previa para evaluar si la persona está en el momento adecuado de entrar en el grupo
¿Y todo tipo de pérdidas?
Sí, el nuestro es un grupo mixto y abierto (pueden entrar miembros nuevos en cualquier momento siempre que haya plazas). Hay personas que han perdido a su madre, padre, marido, mujer, herman@.… Meses atrás también vinieron personas por muerte de hij@s y abuel@s. Por muerte repentina, enfermedad, suicidio…
El Grupo de Duelo por la muerte de un ser querido se encuentra presencialmente en la sede el centro los martes de 18 a 19,30 h. Actualmente hay dos plazas disponibles. 60 €/mes. Se puede solicitar el acceso escribiendo a info@institutodeinteraccion.es (poniendo en el asunto “Grupo Duelo”) o llamando al 655 643 027 (de lunes a jueves de 16 a 20 h). Para más información